miércoles, 22 de enero de 2020

1924 Chantecler

El Chantecler era un tradicional cabaret de la ciudad. Si bien no entra en la categoria de teatro, la relevancia de este ámbito me decidio a incluirlo.
El "Chantecler" estaba al lado del Teatro Comedia, en Paraná 440 entre Lavalle y Corrientes. Se inauguró en diciembre de 1924 y durante la década del 30 también se lo llamó "Vieux Paris". Su frente en sus comienzos estaba decorado con un molino y detalles de Montmartre.
Fue su propietario Charles Seguin, que además de este local, tenía, entre otros negocios, los teatros Casino y Tabaris, construyó el edificio especialmente para destinarlo a cabaré. En la entrada una dársena permitía que autos pudieran dejar a los concurrentes directamente sobre la puerta del local, donde eran recibidos por el portero. En el interior había tres pistas de baile, un gran escenario, palcos con cortinados de pana roja como en los teatros y teléfono directo para hacer los pedidos. En el fondo del local una exótica piscina climatizada acogía a jóvenes y atractivas muchachas que realizaban juegos acuáticos para entretener a los concurrentes.
Una presencia permanente en el local era la de Giovanna Ritana (Jeannette), la bella y joven mujer de Amadeo Garesio, un hombre nacido en Córcega, pero que había llegado a Buenos Aires con una compañía de trapecistas. Dicen que Garesio y Ritana regenteaban varios prostíbulos en la ciudad y que al morir sin descendencia Charles Seguin se habían quedado con el cabaret. Edmundo Comba, sobrino de Ritana, trabajó en el local como cajero y mano derecha de Garesio; su padre Luciano Comba fungía como testaferro de Garesio por los problemas de éste con la justicia. A la muerte de Rithana por cancer, Garesio se casó con Nelida Comba también bailarina del Chantecler. 
Se decia que Ritana hacia 1915 tuvo un “affaire” con un tal Carlos Gardel a la época en que el zorzal cumplía 25 años. Era de una belleza incomparable.
Fue demolido en 1960 y evocado por Enrique Cadícamo en su tango "Adiós Chantecler"(Revista de Artes).
La orquesta emblemática era la de Juan D'Arienzo. El animador y hombre de relaciones públicas fue Ángel Sánchez Carreño, "El Príncipe Cubano". 
Varios tangos aluden a las mujeres de este ambiente; Perla Fina, Margot, De tardecita, Mano Cruel, solo por nombrar alguno de ellos.